domingo, 30 de marzo de 2014

Brevet 300 Cartagena

Antes de nada, el vídeo de Domi del brevet 200..

 
 
 
* 300 km en 11h23 (26,3 km/h) +2.129 mts

Pasado el primer brevet, el 200, que no dejaba de ser un mero trámite para lo que viene por delante, nos volvíamos a poner en la salida para dar cuenta del 300 que ya es una distancia considerable aunque muy asequible.
La grupeta baja de manera notoria con respecto al 200 y como bien nos habían advertido Fulgen y Alfredo, que tienen mucha experiencia en este mundillo, nos ponemos en la salida 11 ciclistas, incluida una reclinada.

Jalando bizcocho en Balsicas.

Yo no las tenía todas conmigo, ya que había pasado una semana entera sin rascar bola entre un resfriado, la boda de Manolo y una semana complicada en el curro.
Salimos puntuales, a las 7, dirección La Unión para bordear el Mar Menor, castigados por un viento durísimo, vamos relevando Fulgen, Alfredo, Gregorio, Andrés, yo... al principio y hasta que no se asienta un poco el ritmo me llevan con la soga al cuello en algún repecho, el hombre que venía con la reclinada se descuelga en los primeros kilómetros y se da la vuelta. Llegados a Los Nietos, donde se encuentra el primer control, seguimos dirección norte pegados a la costa hasta Los Alcázares, el viento entra por el este y no hay protección por lo que vamos literalmente inclinados, yo voy jodido y confío en que al girar hacia el interior el viento de tregua, al principio no es así pero tras la parada en Balsicas va siendo más favorable.

Llegando al Garruchal se tensa el ritmo y comienza a cortarse gente, decido meterme en la gresca para ver si un apretón hace que me espabile un poco y mejoren las sensaciones y surte efecto. Pero el aumento de ritmo se cobra otra víctima y Diego se va al palco, subiéndose a la furgo.

Andrés y Domi en la comida de Calasparra.

Bajamos el Garruchal y el feo (por los semáforos) paso por Murcia hasta Alcantarilla lo hacemos tranquilos, y me lo paso hablando con Alfredo, cuando vamos a darnos cuenta estamos sentados en Las Torres comiéndonos el bocata.
Tras la pequeña parada subimos por el Valle de Ricote, mi territorio comanche actual, y con la ayuda del viento, la gente se va animando, con las fuerzas recobradas tras la parada el ritmo va aumentando seriamente, lo que hace que gastemos unas balas que echaremos en falta más adelante. En Cieza cogemos la carretera de la Venta Reales, que comenzamos en paz y armonía, y que a la mitad se rompe al tensar en un repecho. Por detrás nos quedamos Alfredo, Gregorio, Domi, Andrés y yo, que preferimos seguir a ritmo constante y sin apretones, y la circunvalación de Calasparra pillamos al chaval de Los Alcazares. El viento va rolando y pasa de ser favorable a entrar de costado-de cara, pero pronto llegamos al Restaurante Argos, donde tenemos la parada a comer.

Subida al Castillo de Caravaca

Me sienta muy bien la comida, y salimos con ganas dirección Caravaca, pese a que el castigo se va haciendo notar como es lógico. Tras la Cayetana giramos a la derecha ayudados por el viento hasta la escalinata del Castillo de Caravaca, donde tras sellar y la foto de rigor ponemos rumbo a la costa, con viento en contra pero terreno favorable por la vía verde, que se hace amena y da gusto salir de las carreteras y poder rodar un rato sin preocuparse de los coches. 

La grupeta en el Castillo

Cerca de Bullas pincha Gregorio y me adelanto con Domi para ir haciendo camino. Nos vuelven a enganchar un poco después de la Cobuco a una hostia impresionante, cerca de 40 por hora esquivando baches y piedras, por los túneles se remansa el ritmo, nos reagrupamos y seguimos juntos, pero por poco tiempo ya que al comenzar el Alto de Pliego se va poniendo ritmo de clareo, yo pongo un punto más para ver si me voy solo pero el señor Jorge, con sus 61 añacos saca a relucir sus galones y se me suelda a rueda y no lo puedo soltar ni echando todos los duros. IMPRESIONANTE. Andrés con su V12 por supuesto también corona con nosotros.

Pinchazo en la Vía Verde


El viento ha bajado y podemos ir con más comodidad para Alhama, el sol va cayendo y bajando Gebas me da frío y paro a echar una meadilla, espero a Domi y llegamos a la furgo para coger las luces, chalecos y prepararnos para la inminente noche. 
Para mi, el peor momento fue la entrada a la noche, se me cae de golpe todo el cansancio de el día y echo en falta las fuerzas que me he dejado en los sucesivos apretones, aunque desde que cae la noche hasta la llegada fue cuando mejor rodamos como grupo, juntos, sin tirones y en buena armonía.

Con el Kapo Jorge en el Alto de Espuña

Recuerdo que llevaba el Garmin puesto, ir mirándolo y no pasaban los kilómetros vaya angustia jajaja, de noche, por una zona que no conozco y no tengo referencias... sólo miraba al horizonte esperando ver las luces de la petroquímica de Fuente Álamo que tardan en llegar más de lo que me gustaría pese a que la carretera es muy favorable, en ligero descenso y muy buen asfalto.


El preceptivo carnet de ruta de Andrés, sellado al final del recorrido.

Por fin llegamos a La Aljorra, con muuuuuchas ganas de llegar por mi parte, estaba ya hasta el capullo de bicicleta, pese a que llego bien (todo lo bien que se puede llegar tras una cabalgada así) estoy un poco cabreado conmigo mismo, por la poca cabeza que he tenido durante todo el día, y más sabiendo desde el principio que no las tenía todas conmigo. Espero que me sirva y vaya con más cabeza al 400, que a veces parece que llevo montando en bici cuatro días. Pero en fin, contento por haber pasado un gran día de ciclismo con mis amigos y con el resto del grupo. La semana que viene a dar vueltas como un hamster en las 12 horas de Puerto Lumbreras!!!!


No hay comentarios: