viernes, 1 de julio de 2011

Ironman France - Nice

Hoy puedo dar fe de esa frase que circula por el mundillo que reza "preparar un ironman es más duro que correrlo".
No me entretendré mucho con los prolegómenos, ya que he ido poniendo todo lo que podía por aquí.
Es una prueba dura, mucho. Pero está al alcance de cualquiera que tenga la suficiente cabezonería, ilusión y ganas para prepararla. Le esperan unos meses de muchos sacrificios, pero a cambio obtendrá también una sensación increíble cuando pasas la línea de meta; y por el camino, vas a aprender... te vas a conocer mejor, te vas a poner al límite (sobre todo mentalmente). Yo pensaba que poco podía aprender ya, que llevaba muchas batallas encima cuando empecé con todo esto, pero que equivocado estaba... durante tantas, tantísimas horas entrenando solo aprendes a escuchar a tu cuerpo, te sorprendes de lo que puede mejorar, aprendes a ser paciente, a confíar en el trabajo diario, en tener paciencia cuando las piernas no van y calmado cuando funcionas y te apetecería exprimirte más, a no desesperar en esos entrenamientos eternos, es una cura de humildad contínua y una largo (larguísimo) camino donde la gente de tu alrededor (familia, amigos, compañeros de curro...) cuando ven que tu vida fuera del trabajo se limita a entrenar y prácticamente nada más te miran raro, no entienden lo que haces ni por qué y los "bueno, con todo lo que estás entrenando ganarás, ¿no?" no hay semana en la que no lo oyes. Al final siempre te quedan las 2 personas de tu entorno que te comprenden y los tarados de la grupeta que no necesitan ni que lo justifiques.