domingo, 4 de septiembre de 2016

V Ultrabike Gigante de Piedra

Pese a jurar al acabar el año pasado que no me volverían a ver el pelo por aquí, se me quedó la espina clavada con mi mal rendimiento debido al desconocimiento del recorrido, pagando la novatada. Así que volvimos.

Casi me quedo tieso de un infarto al montar la bici tras recoger el dorsal. Voy a apretar la tija de sillín y... ¡¡CLAC!! cierre del sillín partido. Me subo en la bici corriendo y a buscar una tienda como un loco, doy con una que estaba justo cerrando en ese momento y me pueden colocar un cierre... menos mal.

* 196 kms en 14h37 (13,4 km/h) + 6.000 mt @ 136/177 ppm



Tras el preceptivo madrugón, estamos bien colocados en la salida. Traca y ale... ¡¡a correr!!
Este año habían cambiado la zona de salida, por lo que el recorrido urbano era diferente, con unos cuestarrones de impresión, la salida es rápida y prefiero apretar para no verme metido en tapones en la primera senda, ahí ya voy rozando las 180 ppm... pisamos tierra, aún no ha amanecido del todo y yo voy sin luces un poco agobiado, no veo bien y para empeorar el cielo está muy muy cubierto, por lo que la visibilidad es menor, en las primeras bajadas no voy nada cómodo, siempre me cuesta coger un poco el ritmo para abajo en estas pruebas, de pronto en mitad de esa primera senda nos empieza a caer un chaparrón de órdago, que por suerte apenas dura unos minutos.

Foto: Sandra Vazquez

Salimos de esta primera zona y cogemos la pista de la primera subida larga. Voy tranquilo, sin pasar de las pulsaciones que teníamos previstas, pero veo que no camino como debería. Otros días rindo más a este pulso. Me pasa muuuuuuuuuuucha gente, algunos a tope, que huelen a muerto que tiran de espalda. Bueno, yo tranqui que esto es muy largo...
Me pilla Antonio, con el que iré hasta el kilómetro 50 y algo. Me va cerrando los huecos en la subida y se queda en algunas bajadas para coger comida o para mear, pero me pilla con mucha facilidad, le digo que tire él a su ritmo y no me espere. Yo a estas alturas (en la subida larga al Gigante) voy con el cable bastante cruzado de llevar el pulso tan alto y decido meter un punto más, que es donde se queda Antonio. Corono y pillo la primera bajada larga de la prueba, que lleva a Xodos, voy con mucho ojo, es una pista donde se coge mucha velocidad.

* Foto: Sandra Vazquez

Paso de largo el avituallamiento, y salimos del pueblo por una senda, en un cambio del trazado que ha mejorado mucho esta parte. En esta subida después de Xodos siempre pega un calor sofocante y me cuesta un huevo. Tras coronar y pasar por Vistabella del Maestrazgo viene una pequeña zona "llana" que precede a la subida psicológica de grandes rectas, mucha piedra, de ir muy lento y meter muchos riñones. El tiempo, que había mejorado tras los chaparrones de primera hora, se ha ido torciendo conforme subía la temperatura y empieza a descargar, lo que hace la subida aún más pesada.
Toca bajar una corona y atrancarnos algo en el desarrollo para que no patine y, por supuesto, de ponerse de pie sobre los pedales nada de nada. Tras esta subida pillamos la pista que nos lleva a Puertomingalvo, ecuador de la prueba, es una buena zona para relajarse un poco ya que el camino es bueno y la bajada está salpicada de repechos que te van frenando, por lo que aprovecho para comer un poco ya que llevo unos kilómetros que no me entra bien la comida.
Antes de Puertomingalvo, la mítica encerrona por el empedrado que subo entera montado, no sin dejarme un millón de balas en la empresa.


* Penando en la calzada de Puertomingalvo
Foto: Andrés Nuñez. 


Avituallamiento, me aprieto un par de platos de pasta a toda hostia y continuamos....
Voy animado pensando que la siguiente subida es la última larga y, tras ella, un buen puñado de kilómetros favorables que me acercarán bastante a meta. Abro un pelín de gas, como tenía previsto,  y confío en que me dé para llegar a meta. Empiezo a remontar muchas posiciones en la subida, no para de chispear y hace fresco, meteorología perfecta para mi, lo que hace que me anime bastante.
Paso Cortes de Arenoso. Este año nos quitan la impresionante trialera de piedra que había antes del pueblo y, por suerte, la lentíiiisima zona de pateo que había tras él. Sigo pasando a mucha gente hasta cruzarme con un nota que me recrimina que cómo voy tan bien si estaba tirado en Puertomingalvo con calambres (¿?¿?¿?¿??) le digo que se equivoca y el tío empeñado en que no, que seguro que era yo, dejándome caer la indirecta de que me han traído en coche hasta poco más atrás. En fin...


* Primeras zonas de pateo
Foto: Andrés Nuñez

Algo antes de Zucaina empieza el festival. No llueve. Diluvia. Justo voy haciendo un sube-baja de una loma con un camino lleno de roca, por lo que hay que hilar fino con la piedra mojada. Lo paso mal en la bajada con las gafas llenas de barro hasta que, directamente, no veo nada y no me queda otra que quitármelas.
Empiezo a petardear, me ha durado el gas 50 kilómetros jejejeje, pero voy jodido con el estómago, no me entra nada. Pasamos por una zona nueva, una bajada que desemboca en una rambla de grava. Eso no podía llevar a ningún sitio bueno jejejje efectivamente salimos de allí por una auténtica pared laaaarga y dura. Corono a duras penas, con lo poco que me quedaba y me dejo caer hasta Ludiente con su divertida trialera que este año estaba algo peor y había alguna zona de poner un pie.
En Ludiente logro comer algo y con la poca energía que me dio ese bocadillo, encaro la durísima subida al cementerio. La hago entera montado, excepto algún pequeño tramo que es de pateo si o si, pero ahí me dejo la última bala del cargador. Al terminar ese tramo, se coge una pista donde, si tienes fuerza, se puede ir muy rápido, pero yo en cuanto la pendiente se ponía en -0,1% dejaba de dar pedales jejejeje.

* Foto: Sandra Vazquez

Mi mente estaba totalmente focalizada en la última subida de pateo larga y durísima como la madre que la parió. Con el modo de supervivencia puesto en ON voy tirando para arriba con la bici a cuestas, aquello no se acaba nunca... a unos metros de coronar hay un chaval animando que se ofrece a llevarme la bici durante esos últimos metros "ya da igual" le digo... hay que seguir subiendo hasta el avituallamiento y en mi recuerdo tenía que de ahí a L´Alcora era todo para abajo, pero que coño.... ¿de dónde salen todos estos repechos? voy muertísimo de asco, quedándome clavado en todos y cada uno de ellos, es que ya ni disfruto en las pocas sendas que quedan para abajo.

* Con Juan en meta, el tío del "a mi ya no me pillas más"
Foto; Natalia

De hecho hay una bastante técnica por un roquedal donde el año pasado disfruté muchísimo y ahora voy muy lento, trastabillando hasta que me salgo un par de veces y acabo por hacer a pata los tramos complicados.
Creo, si no me falla la memoria, que es el Figueroles donde hay que vadear un río y subir un cacho bastante asqueroso, con pateo incluido, of course, a partir de ahí hay un tramo largo que pica hacia abajo y desemboca en la rambla, también asquerosilla cuando uno va ya petado y muerto de asco (y tienes 99 de cada 100 números para llegar así a este punto), por fin entro en L´Alcora, donde paso la meta en 14h37` con un sabor agridulce. He bajado mi tiempo bastante, pese a la lluvia, pero el tiempo no refleja mi estado de forma. Estaba seguro de bajar de 14 horas si todo iba bien, pero no ha sido así. Juan también me estaba esperando y lo primero que me dice es que no cuente con él más para volver  jajajajajajajajajaja...

* Pollice verso en Castellón, one more time...
Foto: Natalia

En fin, otro año será...
O no.

No hay comentarios: