domingo, 19 de junio de 2016

VIII Marcha Catlike


*142 kms en 4h58 (28,5 kms/h) 2.800+ | 158 ppm med/181 max | @186 w/ @214 NP


Tras el fiasco de Moratalla, con la suspensión de la prueba, las ganas de ponerme el dorsal y exprimirme eran dobles.
Tras pernoctar la noche anterior allí junto con Domi, Joaquín y Ángel, por una vez y sin que sirva de precedente, pudimos colocarnos bien en la salida.
La organización había colocado unos pivotes provocando un estrechamiento para evitar los pelotones al comienzo, ya que se había avisado mil y una veces de la prohibición de invadir el carril contrario y se intentaba así facilitar las cosas. Pero ni por esas, durante los primeros kilómetros los tontos remontando por el carril izquierdo fueron legión. Durante el resto de la prueba se lo siguieron pasando por el forro, pero en menor medida.


* Petao en el Alto de Boche (Foto: sportshoots)

Primeros kilómetros muy rápidos, dominados por los ansias que se dejaban la sisca remontando puestos, siempre prestos a plantar un seto de órdago en la primera rampa del puerto, como así fue. Tras esquivar a la legión de frikis, pude colocarme a mitad de primer grupo, sobre el puesto 30/40 y a verlas venir. A mitad de puerto, más o menos por la zona de la fuente, se clareó bastante el asunto y me fui acercando peligrosamente a la oficina, dispuesto a coger el ticket que marcaba el orden de salida del grupo de cabeza. Yo iba ya un rato por encima de 300w y, efectivamente, teniendo ya la cima a la vista me descolgué. Miro para atrás y veo al segundo grupo cerca, así que cogí aire unos segundos y me metí a cola (error) de este grupeto. Coronamos cerca de cabeza y en el cruce de la carretera de Molinicos conectamos.
En esta bajada pega aire de morro que da gusto y se va rápido rápido. Y yo con mis 65 kg me voy comiendo un látigo tras otro. Me corto varias veces y tengo la suerte de que me cierren el hueco gente que va entrando a nuestro pelotón.

* Por el Pantano de la Fuensanta (Foto: sportshoots)

Algo más abajo, giramos a la derecha y cogemos la carretera que va paralela al Río Tus. Sinuosa y con mucha curva, perfecta para comerse otros mil látigos, como así fue.
Yo iba ya rezando para que comenzara el puerto y me dejaran tranquilo. Mi idea era subirlo sobre 250w. Cruce a la izquierda y el que planta un seto soy yo, me han dejado tieso en el llano. Mi plan inicial dura un kilómetro y tengo que levantar el pie y relajar algo. Me pasa muuuucha gente pero logro recobrar sensaciones. Avituallamiento que paso de largo y engancho un grupete con el que hago la bajada.
Comenzamos la Borriqueta, el puerto más duro de Castilla la Mancha. Duro e irregular, donde es complicado coger un ritmo constante. Mejores piernas aquí, voy rondando 250-270w en las zonas duras y paso a bastantes corredores hasta que, pasado el mirador, cerca del descansillo del final me pongo a hablar con unos chavales de Cartagena que me preguntan por el recorrido y me sacan de punto en el repecho final, coronando con ellos.
Salimos a la carretera de la Marcha de Moratalla, con viento de culo, en un grupito de tres, llevábamos a la vista a lo lejos un grupo más grande, y en previsión de que pegara de cara al girar a la izquierda dirección al Pantano de la Fuensanta, empezamos a pasar relevos a ver si cerramos el hueco. Vaya que si lo cerramos, aunque nos costó un buen rato, llegamos justo en el cruce del Pantano, marcando 45 kms/h de media entre la cima de la Borriqueta hasta el comienzo del puerto de la Vicaría.

* En meta.

El grupo era bueno, comandado por unos compañeros de los Globeros de Elite que iban poniendo marcheta en los puertos. El de la Vicaría lo subí algo justo, acusando aún el esfuerzo, pero en cuanto coronamos intenté colaborar lo que pude, ya que nadie pasaba al relevo.
En el último puerto se clareó bastante el grupo, comenzamos unos 25 o así y llegamos arriba 7 u 8. Con muy buenas sensaciones de piernas, aunque con molestias de estómago, lo subimos en el puntito justo para mi gusto, sin tregua pero no llegué a pasar apuros. De la cima a meta un fuerte viento de cara y a pasar relevos a tope, con un ojo en el Garmin a ver si bajábamos de 5 horas, como finalmente sucedió.

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