sábado, 12 de marzo de 2016

Xtreme Trail Cup Tabernas

* 104,6 km en 6h15 (sin contar tiempo parado) +2.500 mt @ 150/181 ppm

Continúa mi ancestral mala suerte con Andalucía, región plagada de días nefastos y de pasar miseria climatológica sobre la bicicleta.
La cosa comenzaba ya torcida, cuando al salir de Tabernas, la moto que abría carrera se equivocaba y nos pasaba de largo en un cruce, gracia que nos costó perder algún minuto y enganchar a mitad de pelotón en plena bajada, donde hubo que apretar freno y esperar a la inminente subida para abrir un poco de gas y empezar a remontar.
Tras la pequeña subida entrábamos en una rambla rapidísima, donde voy incrustado en un grupo de cuatro que me llevan un par de puntos más allá de mi límite. Mucho bache, muy revirada y con algunos bancos de arena, cuesta mucho ir fino a más de 35 por hora y cerca del corte de inyección.
Cuando iba ya rezando para que se terminara, miro para atrás y veo llegar un grupo comandado por una bestia parda de 1,90 al menos, que nos cerraba el hueco con una facilidad pasmosa. Y detrás, como no, el inefable Fran, el cual me había estado llorando dos horas, camino de Almería, de lo mal que estaba y de lo poco que entrenaba. Como ese cuento ya me lo se de memoria, me entraba por un oído y me salía por el contralateral jejejeje.

* Yendo a la salida. Foto: Mª Dolores.

Ahí estábamos, mano a mano, al comienzo de la larguísima subida... coño esta película ya la he visto. Pero esta vez, vestidos de vaqueros, en vez de romanos.
Fran me lleva algo incómodo en los primeros kilómetros de la subida. Cosa extraña en él, va subiendo bastante irregular, así que prefiero coger mi ritmo y mi pulso y continúo a mi ritmo. Se me va unas decenas de metros y poco a poco empiezo a recortarle hasta darle caza a unos cinco kilómetros de coronar. Meto un puntito más durante un corto lapso de tiempo para ver cómo va y enseguida coronamos juntos.
La primera parte de la bajada la hacemos más suave detrás de un corredor al que no es posible adelantar.Tras el repecho donde estaba el avituallamiento, encabezo la bajada y meto un puntito más hasta que... ¡PA! Pedrusco y reventón en la rueda trasera. 

* Zona de sube-bajas previa al pinchazo de Antonio. Foto: Mª Dolores.

Fran se para conmigo cual Lord inglés y reparo con el kit tubeless rápido, pero sigue perdiendo aire. Ni un kilómetro después tengo que volver a parar para darle más aire a ver si acaba sellando. Le digo a Fran que tire, que esto tiene mala pinta. Otra parada más y a la cuarta decido poner cámara. Planea sobre mi cabeza la idea de abandonar, me había jodido muchísimo la avería ya que íbamos muy delante, y en ello estaba hasta que me adelantó Toni y me la borró de la cabeza con cuatro gritos.
Reparo y continúo con Antonio, el cual me acababa de enganchar. Me lleva tenso en algunos momentos y nos juntamos con el Pollo, que iba muertísimo de asco por el recorrido y por la lesión que llevaba toda la semana arrastrando.

* Llegando a meta. Foto: Mª Dolores.

Antonio pincha en una zona de toboganes, pero no me doy cuenta ya que iba encabezando el grupo. Seguimos Pollo y yo durante los momentos más soporíferos y desidiosos del día. Las siguientes decenas de kilómetros se podrían resumir con: mucho llorar, mucho cagarnos en el copón y deseando acabar.
Así nos plantamos en la segunda subida, antes de empezarla veo a Jose Miguel, que también va a abandonar por avería.
Esta segunda subida es criminal. Mucho más corta que la primera pero con un desnivel brutal y con algunas zonas donde, al desnivel, se sumaba un terreno pedregoso y suelto que unido a la medio desconexión mental que llevaba ni intento hacerlo montado. Pollo se había quedado en los primeros compases del puerto y es que, con el monoplato, no puedo subir tan lento como iba él.
Corono y tras la bajada llego a una zona rápida, por donde ¡por fin! pillamos algún tramo corto de senda llana con mucho curveo y bastante entretenida. 

* Muy muerto de asco al llegar. Foto: Mª Dolores.

Último avituallamiento, donde me dicen que faltan una decena de kilómetros a meta. Bastante llanos y con un recio viento de cara. Me adelanta alguno y me indican que me ponga a rueda para ir a relevos, pero paso del tema. Prefiero ir tranquilo hasta meta.
Llego y allí veo a Fran, enseguida llegan Antonio y Pollo. Ducha con agua gélida y el mítico rato de batallitas mientras comemos.
En fin, contento por las sensaciones pero no por el resultado. 
Seguiremos apretando.


No hay comentarios: